
Cada cierto tiempo
tu recuerdo vuelve, brioso,
montado en el rayo grana
que ciega la luz
oculta de la medianoche.
Mis pasos van de nuevo a la orilla
a ver el mar, su luna y los barcos,
con tu sombra a cuestas,
como quien carga atarecos,
ganando la ladera del risco
para las hogueras de San Juan.
Y, otra vez, inagotable Sísifo,
el voltear tus grises
a la sima de indolente desmemoria.
©️Este texto está inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual.
Debe estar conectado para enviar un comentario.