
La mísera casa de pensión, ¿recuerdas?
El sol penetraba por la ventana
para besar la luna
del espejo, en el pasillo.
Yo, en mi estancia, con el oboe,
componía la más dulce canción, para ti
mujer de enigmático encanto,
quimera inasequible.
Pensaba entonces.
©️Este texto está inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual.
Debe estar conectado para enviar un comentario.